Por otro lado, el Banco Central Europeo no realizaría modificaciones en su tasa rectora al menos hasta finales del verano del 2019. Esto quiere decir que el diferencial entre los tipos de la Fed y BCE seguiría creciendo en el corto y mediano plazo. Esta situación, en teoría, debería apoyar al dólar en detrimento del euro. Por tal motivo, es muy probable que el EUR/USD retome el rumbo bajista pronto.
Si el EUR/USD amplía pérdidas tras la Fed, el primer soporte se encuentra en los 1.1725. Una perforación de este nivel atraería nuevos vendedores y activaría el asalto a los 1.1650.
En el caso de alzas, la primera resistencia se encuentra en el rango de 1.1780/1.1815. Aquí convergen el retroceso de Fibonacci de 38.2% del movimiento bajista de febrero a agosto con los máximos de julio y setiembre. Una ruptura de este terreno facilitaría la reconquista del máximo de junio en los 1.1852.