La moneda única también se vio sometida a una gran presión ante los temores en torno a la posibilidad de un resultado inesperado en las inminentes elecciones presidenciales de Francia, como ocurriera con el Brexit o Trump.
Por otra parte, la libra descendió tras el último informe de inflación del Reino Unido, que indicaba que mientras el coste de vida registró en enero máximos desde junio de 2014, el aumento no cumplió las expectativas que apuntaban a una subida mayor.
El par GBP/USD registró mínimos en 1,2445, y se situó finalmente en 1,2455, dejándose un 0,57% en el conjunto de la jornada.