A detalle, el BCE redujo la tasa de deposito a -0.50%, mientras que tanto los tipos referentes tanto a las operaciones principales, como a la facilidad marginal de crédito se mantuvieron estables en 0.00% y 0.25% respectivamente.
De manera adicional, la entidad revocó cualquier perspectiva de que las tasas incrementen en un futuro próximo y alegó que estas se mantendrán en niveles bajos hasta que se encuentren suficientemente cerca, pero por debajo, de su objetivo inflacionario de 2%.