El EUR/USD defiende con uñas y dientes la zona de soporte cercana a los 1.0900, pero la fuerza compradora parece perder impulso.
Para lo que queda de la semana, la atención de los inversores se volcará en los datos del ISM de servicios y en el informe de empleo de Estados Unidos.
Si los datos macro de Norteamérica sorprenden negativamente, es posible que el euro – dólar estadounidense consiga ampliar su recuperación, al menos de manera pasajera