Los mercados hicieron un buen trabajo al estimar los datos de inflación de febrero, ya que las lecturas del IPC de Alemania y la Eurozona coincidieron con las estimaciones. Las cifras muestran que la inflación se mantiene muy por debajo del objetivo del BCE del 2 por ciento, por lo que los responsables de las políticas no necesitan preocuparse por subir las tasas durante algún tiempo. El BCE recientemente redujo sus compras mensuales de bonos, y se espera que el programa termine en septiembre. Si la economía sigue siendo fuerte, el BCE podría optar por aumentar las tasas en el cuarto trimestre o a principios de 2019.
La semana ha comenzado bien para la presidenta alemana Angela Merkel, que recibió un voto de confianza abrumador de su partido conservador CDU el lunes. Los delegados votaron a favor de la coalición con el partido socialista SPD. El partido de Merkel tuvo un mal desempeño en las elecciones de septiembre y pagó el precio debido a que el SPD recibirá las carteras de asuntos financieros y de asuntos exteriores en el nuevo gobierno. Esto permitirá que el SPD establezca una política más liberal con respecto al papel de Alemania en la zona del euro, y eso podría significar un cambio desde su postura conservadora y rigurosa hacia cuestiones presupuestarias, como el apoyo a los miembros más débiles de la eurozona. El acuerdo de coalición aún debe ser aprobado por los miembros del SPD, que votarán la medida el 4 de marzo.