La moneda europea cae con fuerza frente al dólar y pierde los 1,23. La próxima semana se reúne el BCE ante la perspectiva de que inicie la retirada de estímulos económicos empezando por terminar con el programa de adquisición de activos. Los economistas comienzan a dudar de que suceda este año por el miedo a una guerra comercial.
El mercado espera que BCE arroje alguna pista sobre el desenrollamiento de la política monetaria ultra laxa que ha aplicado en los últimos años para salir de la crisis económica. En marzo inició su cambio de discurso para no seguir prolongando el programa de compras de deuda a final de este año, pero todavía queda por despejar la incógnita de cómo lo hará. Incluso ya se ha empezado a hablar de primera subidas de tipos.
Hoy una encuesta entre economistas publicada por Bloomberg señala que la decisión de poner fin de forma definitiva a las adquisiciones de activos se retrasará por el miedo a que una guerra comercial termine dañando a la economía europea.
Los expertos retrasaron sus estimaciones sobre cuándo el presidente del BCE, Mario Draghi, comunicará el siguiente paso hacia la normalización. Está por ver si las compras de activos terminan este año, tal como tiene previsto el banco central o decide prorrogarla si se complica el escenario económico.
"El BCE mantendrá su expectativa de un crecimiento sólido y amplio", indica Kristian Toedtmann, economista de DekaBank. "Pero mientras el riesgo de una guerra comercial no esté fuera de discusión y sigan la serie de datos económicos, es probable que el BCE posponga las decisiones importantes", subraya.
Las posiciones alcistas para el euro se encuentran en máximos históricos, según Reuters, pese al retroceso de los indicadores adelantados de la economía europea, unas cifras de inflación más bajas de lo previsto y la apertura de posiciones bajistas de los hedge funds.
El Consejo de Gobierno ha modificado su lenguaje de política desde que comenzó el año con la solidez del crecimiento económico. Ha sido el primer paso para comenzar el proceso a la normalidad. El siguiente sería eliminar de su comunicado la condición de una "subida sostenida" de la inflación para por fin a las compras. El 50% de los encuestados creen que este paso se dará en junio frente al 80% que lo pensaba en la anterior ronda.
"El euro será vulnerable a sacudidas si vemos que el BCE señala una postura cautelosa la próxima semana", indica Marc Ostwald, estratega global de ADM Investor.
Los analistas de Nordea opinan que el BCE será cauteloso y no moverá ficha por el debilitamiento en los datos económicos y las preocupaciones de una escalada en las disputas comerciales. "El banco central todavía quiere enfatizar la paciencia, la prudencia y la persistencia de su política monetaria" y es probable que no haya cambios en el mensaje, "el tono de Draghi debería ser relativamente moderado".