Cientos de inmigrantes con maletas y otros bultos con sus pertenencias hacían fila el lunes en un hangar a las afueras de Calais para ser reasentados, mientras el gobierno francés iniciaba la limpieza del campamento improvisado conocido como "La Jungla".
Los primeros autobuses partieron una hora después de que los trabajadores de inmigración comenzasen la operación. Fuentes oficiales predijeron que unas 2.500 personas abandonarían el campamento en el primer día.