Los equipos de rescate indios trabajaban el lunes en el último vagón de un tren descarrilado para retirar más cadáveres de un accidente que ha dejado al menos 133 muertos y más de 200 heridos.

El descarrilamiento fue el accidente de trenes con más fallecidos en India desde 2010 y ha renovado la preocupación sobre la deficiente seguridad de un sistema ferroviario administrado por el Estado, empleado por millones de personas pero que sufre una falta de inversión crónica.