Poco hay que contar de la reunión de gabinete improvisada ayer, salvo la falta de apoyo a la cláusula de salida ideada por May para la solución de contingencia de la frontera irlandesa. Michel Barnier declaró anoche que estaba abierto a nuevas ideas, como el periodo de transición en dos fases para alcanzar un acuerdo. Esta es la señal de la primera concesión de la UE y podría desembocar en la ampliación de un año adicional del periodo de 21 meses (a partir de marzo de 2019) para acabar de negociar los detalles sobre la frontera irlandesa. Prácticamente ya se ha descartado que el miércoles se presente una solución a la Comisión Europea y muchos sugieren que el plazo más probable para hacerlo es noviembre o diciembre. La frustración sigue creciendo en ambos bandos y las grietas en las posiciones negociadoras empiezan a ser relevantes. A la espera de más noticias sobre el Brexit, hoy los inversores están a la espera de los datos de inflación, tanto por el lado de la producción como del consumo. Se espera que el IPC, la medición preferente del Banco de Inglaterra, se modere hasta el 2,3% interanual, ya que la presión de los precios del combustible está perdiendo fuerza y los riesgos en esta ocasión son de menor inflación.