El GBP/USD está sufriendo una fuerte caída el jueves tras el ataque de Rusia a Ucrania, que hizo subir la demanda por activos de refugio, favoreciendo al dólar. El par había cerrado cerca de 1.3550 y acaba de marcar mínimos desde fines de enero debajo de 1.3400.
El tono negativo se muestra muy fuerte, con los recorridos ignorando señales de sobreventa. De extender la caída el próximo soporte se puede encontrar en los mínimos de enero en 1.3355. El desplome del jueves implica el fin del rango que se mantuvo vigente durante todo febrero entre 1.3640 y 1.3480.