"Desde el punto de vista de la promoción de sus exportaciones, prácticamente todos los países de la eurozona se sentirán contentos por la devaluación del euro. Incluso las naciones industriales más poderosas como Alemania y Francia, dependen cada vez más de ofrecer buenos precios en sus exportaciones, lo que se facilitará con un euro más barato", dijo el profesor Begg en diálogo con BBC Mundo.