El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el jefe de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, firmaron el jueves un acuerdo de paz que fue modificado pero excluye cambios exigidos por la oposición política, después de que el pacto original fuera rechazado en un plebiscito.
La sobria ceremonia, que se desarrolló en un teatro de Bogotá en medio aplausos y gritos de "sí se pudo", marca el inicio de la cuenta atrás para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejen las armas en seis meses y sus 7.000 combatientes formen un partido político para acabar el conflicto que dejó 220.000 muertos y millones de desplazados.