El FMI eleva sus previsiones para España tras un 2016 mejor de lo esperado

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado hoy su previsión de crecimiento para España al 2,3 % en 2017 y al 2,1 % en 2018, tras observar que en 2016 la economía podría haber avanzado el 3,2 %, una décima más de lo esperado.

La mejoría de España se enmarca en la revisión al alza de las perspectivas globales, con un crecimiento estimado de la economía mundial en 2017 del 3,4 %, tres décimas más que en 2016, gracias a la esperada expansión fiscal de Estados Unidos con la elección de Donald Trump como presidente y al mantenimiento del estímulo en China.

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Por el contrario, la llegada de Trump es uno de los riesgos a la baja que amenazan a la economía española, ante el temor de que pueda poner en marcha medidas proteccionistas que perjudiquen el comercio global, lo que se sumaría a la incertidumbre creada en torno al "brexit" y al calendario electoral europeo de este año.

Son riesgos que ha recordado la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, quien ha subrayado la positiva percepción que el FMI tiene de la evolución económica de España y el hecho de que sus previsiones se acerquen cada vez más a las del Gobierno.

En su cuarta revisión este año de las cifras económicas de España, el FMI ha vuelto a mejorar una décima el pronóstico para 2017 después de que la victoria de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum del pasado junio le llevará a empeorar sus perspectivas.

Junto con España, el organismo dirigido por Christine Lagarde ha elevado las previsiones de crecimiento en China, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido.

Para la primera economía mundial, pronostica una expansión del 2,3 % en 2017 y 2,5 % en 2018, una y cuatro décimas más respectivamente que lo anticipado en octubre, aupada por la anunciada bajada de impuestos y el aumento del gasto en infraestructuras, lo que supondría una aceleración del crecimiento respecto al 1,6 % de 2016.

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En China las previsiones de PIB se han elevado al 6,5 % este año y al 6 % el que viene debido al estímulo proyectado por la política económica, ha explicado en rueda de prensa el economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld.

En la zona euro se mantienen las flojas tasas de crecimiento por debajo del nivel potencial, con unas previsiones del 1,6 % para este año y el próximo.

En los países emergentes, las noticias son menos positivas, con revisiones a la baja en grandes economías como India, Brasil y México.

Precisamente, México es uno de los países que sufren un mayor recorte de las perspectivas hasta el 1,7 % 2017 y 2 % 2018, en ambos casos seis décimas menos que lo calculado en octubre, debido a la incertidumbre derivada de las propuestas de Trump de construir un muro en la frontera sur y sancionar con aranceles aduaneros los productos importados.

En este panorama, América Latina se queda a medio camino de una recuperación más endeble de lo esperado, con una estimación de alza del 1,2 % para 2017, cuatro décimas por debajo de lo previsto, lastrada por México y Brasil, que aunque sale de la profunda recesión, apenas crecerá un 0,2 % este año.

Pese a la leve mejoría global, Obstfeld ha remarcado que la incertidumbre se ha "reforzado" desde el último análisis del Fondo en octubre, por lo que ha insistido en que es necesario ser prudente ante un escenario complejo lleno de riesgos que podría echar por tierra los ligeros avances registrados.

"Un posible vuelco hacia plataformas de políticas aislacionistas y el proteccionismo, un deterioro de las condiciones financieras mundiales más pronunciado de lo esperado, que podría interactuar con las debilidades en partes de la zona del euro y en algunos mercados emergentes, un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, y una desaceleración más grave en China", ha señalado.

En este sentido, se ha referido a la "creciente antipatía popular hacia el comercio, la inmigración y la cooperación multilateral" entre los votantes de Estados Unidos y Europa