El IPC en Japón cayó en 2016 por primera vez en cuatro años, lo que subraya el peso negativo del abaratamiento de los precios del crudo y el difícil reto que aún encara el banco central nipón para desterrar el fantasma de la deflación.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) del año pasado mostró una caída del 0,3 por ciento con respecto a 2015 (lapso en el que la inflación había sido de medio punto porcentual), según los datos que difundió hoy el Ministerio japonés de Interior y Comunicaciones.