Los mercados, existen diversos casos que documentan irregularidades dentro de las exchanges, otro ejemplo es el de las “acciones de centavo” donde se colocaron órdenes de compra en pequeños bloques a precios cada vez más altos, según la SEC. Lo anterior fue considerado como un esquema de manipulación que aparentaba una alta demanda en los activos. Lo anterior muestra que también son conocidos los casos de manipulación de precios en mercados regulados; sin embargo, para el caso de las criptomonedas resulta más preocupante porque son mercados que en su mayoría no están regulados y la seguridad en las exchanges aún representa un problema.
Finalmente, debemos admitir que la regulación, estandarización y supervisión de las exchanges es necesaria y obligatoria en tanto no se tenga certeza sobre el comportamiento y las prácticas de las mismas así como la seguridad para los usuarios. En este punto, tal vez exista algún lector que considere que la afirmación anterior resulta un disparate puesto que contradice los principios de la red del bitcoin y de los que apoyan la corriente criptoanarquista o la idea de una economía descentralizada; sin embargo, me permito adelantarme e invitar a la reflexión sobre el funcionamiento y todo el sistema que envuelve a las criptomonedas, puesto que podemos ser testigos de cómo ahora se han convertido en un producto más con el que cualquiera puede lucrar a través de exchanges, creación de ICO’s y promesas de “mejores criptomonedas” o la creación de “clubes milagrosos” con rendimientos inimaginables. Y es así como se crea una confusión entre las personas considerando al bitcoin y demás criptomonedas como un fraude, lo cual probablemente sea un error puesto que los fraudes no están en las criptomonedas (por lo menos hasta ahora), sino en las manos de quienes se encuentran y las actividades que se realizan en nombre de ellas.