La economía japonesa creció entre octubre y diciembre por cuarto trimestre consecutivo, y cerró 2016 con un incremento del PIB del 1 por ciento, gracias sobre todo al avance de las exportaciones y pese a la debilidad del consumo doméstico.
Los datos difundidos hoy por el Gobierno nipón suponen la mejor racha de la tercera economía mundial en más de tres años, aunque siguen mostrando debilidades estructurales que ponen en duda la robustez de su crecimiento.