Los últimos datos sobre el crecimiento económico y la inflación han creado una visión ligeramente más positiva sobre las perspectivas económicas de Australia. Aunque la reciente evolución de las referencias macro refuerza el argumento que el siguiente ajuste en la política monetaria del RBA será un incremento en el costo de crédito en vez de un recorte, el camino por recorrer es largo y tortuoso. En todo caso, es posible que el Banco Central transmita más confianza sobre la coyuntura económica actual, lo que podría apoyar al dólar australiano moderadamente.
En el caso de una reacción alcista, la primera resistencia en consideración está definida por una directriz bajista en torno a los 0.7420, la cual está extendida desde los máximos de junio. Una perforación de este techo, pondría en juego los 0.7440 y, en extensión los 0.7465, cota delineada por el máximo del 25 de julio. Si la acción del precio se mantiene en una senda alcista y atraviesa estas resistencias, el siguiente objetivo se ubica en las inmediaciones de los 0.7484 y éste corresponde al máximo de julio.