El pesimismo global del mercado en el billete verde ante un estancamiento político en Washington, así como también menores presiones inflacionarias en los Estados Unidos, una aceleración de la actividad productiva en China que se expandió 6.9% en el segundo trimestre del 2017 sobre base anual y una postura más optimista en relación a la recuperación de la economía australiana por parte del RBA (Banco de la Reserva de Australia) han sido los principales factores que han conducido a la apreciación súbita del dólar australiano en lo que va del mes.