Además, las ventas al por menor en Estados Unidos cayeron por segundo mes consecutivo en marzo, reflejando un débil gasto de consumo. Por otro lado, la economía estadounidense se mantiene cerca del pleno empleo, lo que hace posible que la Fed suba las tasas en junio.
Los bajos índices de inflación son causados por la caída de los precios de la energía y con el aumento del petróleo desde principios de abril, el impacto negativo sobre la inflación podría desvanecerse en abril.