La polémica reforma laboral que avanza en el Congreso de Brasil abre la puerta a la rebaja de los costes laborales, desliga la negociación colectiva de la ley y resta protagonismo a los sindicatos.
El proyecto es la mayor reforma de legislación laboral brasileña desde que en 1943 entrara en vigor la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT), rechazada por los empresarios por su extrema rigidez.