Los bajos salarios, sumados a la precariedad laboral y a una elevada informalidad, llevan a millones de mexicanos a una situación dramática: trabajar por unas ganancias diarias que no les dejan escapar de los tentáculos de la pobreza.
"Llegamos a un 1º de mayo en un escenario en el que crece la precarización del trabajo, se pierde estabilidad en el empleo, se trabaja con salarios que en muchos casos se maquillan, y con un sindicalismo desarticulado", dijo a Efe el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alfonso Bouzas.