La ralentización de las importaciones chinas en abril reforzó hoy las dudas sobre la fortaleza de la demanda interna del país asiático, eje del cambio de modelo económico que persigue el Gobierno, y mantiene las previsiones poco optimistas para este año.
Las importaciones del país asiático contabilizadas en yuanes aumentaron un 18,6 %, según los datos de la Administración General de Aduanas de China, mientras que en dólares el avance fue menor, de un 11,9 %.