Uno de los conceptos más importantes que debemos asimilar y tener muy claro es el de lo que significa la volatilidad, y cómo medirla. Tan importante es, que Richard Dennis hizo gran fortuna con estrategias en base a ella, si recuerdan la serie de artículos de las Tortugas.
El principio operativo de la volatilidad es sencillo, en realidad. Mediante ella, medimos la actividad de un mercado; tal y como el grado de inflamabilidad de un líquido o gas combustible. En este caso, es el tamaño de los rangos que van presentando los precios en el tiempo, lo que incide directamente en la Volatilidad.
Uno de los indicadores más usados para medir la volatilidad son las Bandas de Bollinger, como ya probablemente el lector habrá leído previamente. Con estas curvas podemos identificar máximos o mínimos de carácter extremo, en relación a un precio. Una de las ventajas que ofrecen es que permiten al trader establecer parámetros para operar, en forma de bandas que circundan el precio e indican qué tan inestable está en el momento, en pocas palabras. La distancia circundante alrededor de la línea principal del precio, pueden ser fijadas con anterioridad un determinado número de desviaciones estándar de esta media de precio; y al fijar ese parámetro y la longitud de la media, nos permite ajustarnos a la condición del mercado en el momento.
Dicho esto, podemos usar las Bandas de Bollinger para determinar zonas de sobrecompra o sobreventa. confirmar divergencias entre precios y otros indicadores técnicos y para proyectar objetivos de precios. La amplitud de las bandas se correlaciona directamente con la volatilidad. A menor amplitud, menor volatilidad.
Normalmente se emplean conjuntamente con otros indicadores.