¿Cómo se elige un bróker? Ésa es la pregunta del millón en el mundo de las finanzas y en muchas ocasiones nos ha traído un verdadero dolor de cabeza, ya que no se trata de una elección simple. Después de todo, estos intermediarios son la llave que abre la puerta a una oferta de activos financieros capaces de capitalizar nuestros ahorros.
Cuando iniciamos el camino en los mercados financieros ponemos todo el foco en seleccionar aquellos activos que puedan presentar la mayor solvencia para poner nuestro dinero, ya sea comprando acciones o participando de fondos que inviertan en acciones.
Pero ¿qué ocurre si después de haber escogido nuestro bróker, de un día a otro, quiebra? ¿Qué sucede con los papeles que hemos ido comprando con el tiempo? ¿Acaso, perdemos todo nuestro esfuerzo? ¿Nos enfrentamos a una situación traumática? ¡Para nada!
Si el bróker quiebra…
En caso de quiebra del bróker en que tengas depositadas tus acciones, el dinero está a salvo, porque tanto las acciones como los fondos de inversión están a tu nombre. Lo que sucede, en caso de que quiebre el bróker en el que confiaste es que tus acciones o fondos de inversión serían traspasados a otro bróker. Al final del día, el único cambio que vas a tener es que pasarás a ser cliente de otro bróker…
Los gestores de los mercados de valores tienen registros similares a los de la propiedad para el caso de inmuebles, donde se reflejan los propietarios de las acciones y el número de papeles que poseen, entre otros. De hecho, cada vez que compramos o vendemos activos, una pequeña porción de la comisión que pagamos se destinan a los costos de inscripción en este registro.
Esto es distinto a lo que ocurre con los bancos. Cuando quiebran, en un caso extremo, los clientes podrían perder parte de sus ahorros, ya que su dinero se destina como préstamo a los clientes del banco que solicitan créditos. En cambio, con los brókers es totalmente diferente, ya que las acciones y fondos de inversión de los clientes no se han prestado a nadie, y por lo tanto, no hay riesgo de que no sean devueltos.
Cuando llega el momento de la liquidación del bróker, lo que se hace es vender todos los activos que se puedan. Uno de ellos es la cartera de clientes, que compraría otro intermediario por el precio convenido.
Cuentas ómnibus
Se trata de cuentas especiales donde las acciones de todos los clientes del bróker están mezcladas en una única cuenta, y el propietario legal es el gestor, no sus clientes.
¿Qué ventajas ofrece?
En primer lugar, operar a través de una cuenta ómnibus supone un ahorro de costos de transacción entre el bróker y los intermediarios extranjeros. Esto beneficia al cliente dado que el costo por transacción es más bajo.
En segundo lugar, los activos están a nombre de una subsidiaria del bróker. Por lo tanto, si quiebra, los mismos están respaldados y el cliente podrá recuperarlos sin inconvenientes.
¿Qué pasa con los ahorros?
Supongamos que Carlos, María y José son clientes de un bróker que utiliza cuentas ómnibus y todos tienen diferentes montos invertidos en él. En el registro oficial existe una cuenta única, cuyo propietario es el bróker, que tiene la totalidad de las acciones sin que aparezcan Carlos, María y José en el registro oficial.
Por lo general, no pasa nada, porque el bróker lleva registros internos para saber cuántas acciones corresponden a cada cliente, pero lógicamente, no es igual. Lo malo viene porque una de las prácticas habituales de este tipo de brókers es prestar las acciones a otras personas, dado que es el dueño legal, consiguiendo algunos ingresos adicionales. Por eso es tan importante saber el tipo de cuentas en el que se deposita nuestro dinero dado que puede tener implicaciones a la hora de afrontar una posible insolvencia del intermediario financiero que hemos contratado.
¿Qué ocurre con los ETFs?
En el caso de los fondos de inversión y ETFs que utilizan cuentas ómnibus, es necesario realizar una matización. Las participaciones de los fondos y los ETF no se contabilizan en el balance del banco depositario correspondiente, lo que implica que, en el caso de insolvencia de este banco, los fondos y ETFs no se verían afectados por estos eventos.
Si invertimos en estos productos, ya sea de forma activa o pasiva, el hecho de que tengamos una cuenta ómnibus en nuestro banco depositario no debe suponer una preocupación. Distinto es el caso de las acciones, donde sí podría ocurrir algo no deseado con nuestro dinero.