Los alemanes también están llamados a las urnas este año, y tras el atentado terrorista de diciembre de 2016 y su gestión de la crisis de los refugiados, la victoria de Merkel ya no está asegurada. En todo caso, aunque se espera que Alternativa por Alemania, el partido anti-euro de extrema derecha, entre por primera vez en el Bundestag con más del 15% de los votos, no es probable que Alemania vaya a convertirse en un foco de incertidumbre económica. Sin embargo, la fragmentación de su Parlamento podría dificultar acuerdos para avanzar en la unión bancaria y fiscal que la zona euro sigue necesitando completar, y que serían también torpedeados por una eventual victoria del Partido de la Libertad liderado por Wilders en los Países Bajos.