impactado por el Brexit), mientras Estados Unidos y América Latina empiezan a recuperarse (Perú sigue creciendo y Brasil y Argentina rebotan de su contracción). Pero el prospecto no es favorable, pues a las razones estructurales de largo plazo mencionadas se suman los riesgos e incertidumbre acerca de: si China sigue logrando un soft landing en su ajuste de inversión/exportaciones industriales a consumo/servicios, cómo logren los exportadores de commodities seguir manejando el ajuste a los precios deprimidos, y si el bandazo populista en EE. UU. y en la UE introduce perturbaciones en forma de coartar su recuperación.