Entre las muchas causas del movimiento del péndulo, los expertos identifican el mal rato que pasa la clase media en las naciones desarrolladas. La crisis financiera aumentó la inseguridad económica de millones, con lo cual lo más fácil es culpar a otros: a la globalización, a los inmigrantes, a los que profesan determinadas religiones y a los gobiernos de centro. Para alguien que tenía un empleo en una fábrica, con buen salario y prestaciones, y ahora empaca productos en un supermercado, la rabia es la reacción lógica.