El Índice de Libertad Económica mide la capacidad de los individuos de tener bienestar económico como consecuencia del trabajo y del acceso a mayores opciones de producir, comerciar o consumir bienes y servicios. Para calcularlo, se analizan una serie de variables (como el estado de derecho, la eficiencia de las políticas públicas, la capacidad de inversión, el derecho a la propiedad, los niveles de corrupción, el gasto gubernamental, el libre comercio, las políticas laborales, etc.), que al final se traducen en las posibilidades que tienen los ciudadanos de un país de prosperar.