Este tipo de tecnología es la más certera que se haya implementado hasta ahora, eliminando cualquier posibilidad de suplantación, adulteración o fraude del documento y, por tanto, de la identidad de la persona. Y, como consecuencia, las naciones y gobiernos que la exigen descansan en su garantía de seguridad para confiar la simplificación de visados a aquellos países que emitan pasaportes biométricos o electrónicos. Lo anterior, finalmente, facilita la aceptación a ciudadanos de ciertas naciones para que ingresen a programas especiales de visas.En ambos casos haber implementado este sistema ha otorgado ventajas a sus ciudadanos al momento de viajar a Norteamérica y a la Unión Europea.