El cambio de ánimo desde enero, cuando el aumento de las salidas de capital y un yuan en caída recorrieron los mercados mundiales, llega en el mejor momento para los líderes que se reúnen esta semana en Pekín para discutir asuntos que van desde los objetivos de crecimiento al estímulo de un mayor consumo. Aún quedan amenazas a su objetivo de mantener la rápida expansión ante un congreso del partido crucial que se celebrará a finales del próximo año, como una deuda creciente y la confrontación con el presidente electo Donald Trump sobre el comercio y Taiwán.