El Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el banco del Vaticano, ganó 36 millones de euros (40.330 millones de dólares) en 2016, frente a los 16,1 millones (18 millones de dólares) de 2015, indicó el lunes un comunicado.

"Este resultado fue obtenido gracias a una actividad de negociación eficaz, en un contexto de gran volatilidad de los mercados, de inestabilidad política (...) y de bajas tasas de interés", dijo el IOR.

El banco explica haber seguido en 2016 "sirviendo con prudencia y ofreciendo servicios financieros especializados a la iglesia católica en todo el mundo".

En 2016 el IOR tenía unos 15.000 clientes, principalmente religiosos, congregaciones y trabajadores del Vaticano. A 31 de diciembre gestionaba 5.700 millones de euros (más de 6.300 millones dólares) en fondos.

Durante años el banco del Vaticano estuvo marcado por los escándalos y fue acusado de haber servido a la mafia pero Benedicto XVI y su sucesor Francisco lanzaron una importante reforma que terminó en 2015 con el cierre de cerca de 5.000 cuentas.