El Banco Central de Brasil mantuvo hoy la meta anual de crecimiento en un 0,5 % pese a la grave crisis política que amenaza la continuidad del presidente Michel Temer, acorralado por sospechas de corrupción.
En su último informe, divulgado hoy, la entidad emisora brasileña redujo levemente el pronóstico de inflación, del 4 al 3,8 %, y alertó del impacto que puede tener la "incertidumbre" política sobre la actividad económica.