El Fogasa, que avala el pago de indemnizaciones y salarios a los trabajadores de empresas insolventes o en concurso, destinó 198,6 millones de euros al pago de prestaciones hasta junio, lo que supone menos de la mitad (un 60 %) que en el mismo periodo de 2016 y mínimos de hace una década.

Según los últimos datos del Fondo de garantía Salarial (Fogasa), habría que remontarse a datos de 2007 para encontrar niveles similares, ya que partir de ese momento, las prestaciones se dispararon por la crisis económica y los concursos de acreedores.