Las recompras de acciones siempre son un tema polémico entre los inversores. Algunos consideran que son una especie de truco contable para inflar el precio de las acciones en forma artificial, mientras que otros valoran sustancialmente las recompras por considerarlas un mecanismo efectivo e inteligente para distribuir capital a los inversionistas.

Más allá de las opiniones, los datos demuestran que las recompras de alta convicción suelen tener un impacto favorable sobre el retorno de las acciones, por lo tanto conviene seguir de cerca a las compañías que recompran sus papeles en grandes cantidades.

La polémica sobre las recompras de acciones

Cuando una empresa recompra sus acciones en el mercado, es como si las estuviera sacando de circulación. Si la firma en cuestión genera el mismo monto de ganancias que antes, pero hay menos acciones en circulación, se produce un aumento de las ganancias por acción. Por otro lado, para recomprar las acciones la compañía debió afrontar una salida de dinero, la cual puede ser en base a efectivo propio o colocando deuda en el mercado.

Para saber si la recompra es favorable o destructiva, debemos analizar si las acciones de la empresa son una inversión atractiva o no. Si el precio de mercado es conveniente y el futuro de la firma es prometedor, es probable que esas acciones tengan sólidos retornos en el tiempo, y la recompra resulta un acierto.

En caso contrario, si los papeles van a bajar de precio en el futuro, entonces el hecho de que la compañía invirtió además su capital en sus propias acciones es un doble golpe para el inversionista.

En definitiva, la conveniencia o no de una determinada política de recompras dependerá de factores como la valuación de las acciones en el mercado y el potencial futuro del negocio en cada caso en particular. Estas variables son difíciles de evaluar y pronosticar, lo cual explica porqué las recompras generan grandes discrepancias entre los analistas.

Recompras de alta convicción

Muchas compañías recompran permanentemente acciones en el mercado. Una vez que la firma comenzó a recomprar acciones como parte su política de distribución de capital, es probable que esta política se mantenga en el tiempo, y en muchos casos se busca incrementar el monto de dinero asignado a recompras año tras año.

Esta dinámica está relacionada con el efecto que la política de recompras tiene sobre las expectativas de los inversores. Si la firma decide suspender las recompras por cualquier motivo, los inversionistas podrían interpretar que las perspectivas del negocio no son muy prometedoras, ya que el management prefiere retener los recursos financieros para hacer frente a eventuales dificultades que puedan presentarse en el horizonte.

Otro factor que explica las recompras permanentes es que los ejecutivos de las empresas suelen tener una mirada subjetiva y excesivamente optimista sobre el futuro del negocio en cuestión. Teniendo en cuenta que son parte interesada en el análisis sobre el potencial del negocio, no conviene esperar una mirada 100% objetiva y balanceada por parte del equipo directivo de la compañía.

Más allá de los motivos detrás de una política de recompra permanente, el punto es que esto no permite que las recompras sean lo más eficientes posibles en términos de generar valor para el accionista. Si la compañía recompra cantidades en aumento todos los años, entonces no está seleccionando los mejores momentos para comprar a precios de oportunidad.

Diferente es el caso de las recompras de alta convicción. Se conoce con este nombre a las recompras de acciones que reducen la cantidad de acciones en circulación en un 5% o más durante un año.

Son pocas las empresas que generan sumas de efectivo lo suficientemente grandes para mantener esos niveles de recompra en forma consistente. En muchos casos las recompras de alta convicción provienen de compañías que regularmente implementan recompras más pequeñas, pero deciden incrementar materialmente el capital asignado a recompras de acciones en un año en particular.

Según un artículo de Patrick O'Shaughnessy, CFA bajo el título High Conviction Buybacks, las recompras de alta convicción generalmente se realizan a valuaciones relativamente atractivas. El autor encuentra que las empresas que recompran acciones por más del 5% del valor de la firma en un año determinado lo hacen a valuaciones que están en el 33% del percentil más barato teniendo en cuenta una combinación de múltiples ratios de valuación.

Incluso más importante, según los datos de O'Shaughnessy, las compañías que implementan recompras de alta convicción suelen superar el retorno del mercado en un 3,3% al año.

En función de estas estadísticas, entonces, los datos indican que las compañías que recompran acciones en grandes cantidades suelen hacerlo a precios convenientes, y sus retornos a mediano plazo están por encima del promedio de mercado.

Siempre es importante analizar cada caso en particular para evaluar la recompra. Más allá de esto, las recompras de alta convicción suelen tener un impacto favorable sobre el retorno que obtienen los inversionistas, lo cual indica que puede ser interesante prestar atención a las firmas que recompran acciones en grandes cantidades.