Aunque mucha gente tiene la idea de que comprar una acción cuando ésta cotiza en máximos históricos equivale a comprar caro, sólo se trata de una simple trampa visual: al ver que la curva que dibuja el gráfico está arriba del todo, tienen la sensación de que la acción ya no puede subir más.
Sin embargo, si un papel cotiza en máximos históricos a treinta dólares, por ejemplo, la parte superior del gráfico indicará treinta, pero si el precio subiera a cuarenta dólares, entonces aparecería esta nueva cifra como último dato del gráfico, y más arriba que antes.
Muchos inversores no tienen esto en cuenta, aunque puede parecer una obviedad; las pantallas se van adaptando a los sucesivos precios de las cotizaciones.
Al margen de esta aclaración técnica, la razón por la cual decido comprar acciones en máximos históricos es porque tienen una tendencia alcista indiscutible. No importa si el gráfico que se está mirando es intradiario, semanal o mensual. Si inviertes con lógica, es decir, siguiendo la tendencia, siempre deberías entrar en acciones que estén en máximos históricos, aunque el precio, en ese momento, te parezca caro.
¿Te parecería caro invertir en un papel que lleva tres semanas rompiendo su máximo histórico? Si tu respuesta es afirmativa, piensa sólo en una cosa: claramente, esa acción tiene una tendencia alcista, y seguramente seguirá subiendo. En consecuencia, tendrás más garantías de obtener rentabilidad que si compras muchas acciones por menos plata con tendencia bajista o, peor aún, en mínimos.
No obstante, justo esto es lo que se suele hacer. Se tiende a pensar «voy a comprar este papel que está barato, y ya subirá». Lo hemos visto varias veces.
En consecuencia, si lo que quieres es ganar en bolsa, compra acciones en máximos históricos y sigue la tendencia.