La portavoz de Greenpeace para asuntos nucleares, Raquel Montón, cree que los trabajadores de la central de Santa María de Garoña tendrán su futuro "asegurado" para varios años pese al cierre definitivo de la planta atómica.

En declaraciones a Efe, Montón cree que la plantilla directa de la planta, algo más de doscientos trabajadores, podrá acogerse a jubilaciones o traslados.