La remuneración de los asalariados ha perdido en la última década dos puntos de su peso en el PIB en favor de las rentas empresariales, al pasar del 49 al 47 %, lo que el Gobierno achaca a los 1,5 millones de empleos destruidos en la crisis que aún no se han recuperado y no a la caída de los salarios.

Los datos de contabilidad nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE) del segundo trimestre muestran que la remuneración real por asalariado (eliminado el efecto de la evolución de los precios de consumo) ha crecido un 1 % desde finales de 2007, al subir de 8.032 a 8.769 euros trimestrales.