Estados Unidos recibirá unos 45.000 refugiados de todo el mundo en 2018, un mínimo histórico que corresponde a la prioridad que le da el gobierno de Donald Trump a la seguridad nacional, dijeron el miércoles funcionarios.
El programa de acogida de refugiados alcanzó casi 85.000 personas en 2016, y 54.000 en 2017, una cifra ligeramente superior al límite de 50.000 que impuso Trump tras llegar al poder.
Para el año fiscal 2018, que comienza el 1 de octubre, África obtuvo el mayor contingente con 19.000 personas con derecho a la condición de refugiado, por delante de Asia meridional (17.000), Asia oriental y el Cercano Oriente (5.000), Europa y Asia Central (2.000) y América Latina y el Caribe (1.500).
"La seguridad de la población estadounidense es nuestra primera preocupación. Queremos tener la certeza de que el programa de acogida de refugiados atiende a quienes tienen derecho a esta protección y no representan un riesgo de seguridad para nuestro país", explicó un miembro del gobierno.
Pero Estados Unidos seguirá siendo el país de acogida para la mayoría de los refugiados en el mundo y el mayor donante para la recepción y protección de refugiados a escala global, dijo, bajo condición de anonimato.
"Los solicitantes de asilo estarán sujetos a controles de seguridad intensivos, biográficos y biométricos en múltiples etapas, antes y después de su llegada a territorio estadounidense", explicó otra funcionaria del gobierno.
En su opinión, estas auditorías se fortalecerán constantemente para responder a posibles amenazas específicas de parte de esta población.
Los dos funcionarios negaron que estas medidas de seguridad reforzadas estuvieran destinadas a frenar el flujo de solicitudes. El proceso para obtener el estatuto de refugiado en la actualidad toma entre 18 meses y dos años.
También negaron la supuesta voluntad del presidente Trump de reducir el número de extranjeros en Estados Unidos para garantizar el pleno empleo de ciudadanos estadounidenses.
Por otra parte, no pudieron confirmar si el decreto presidencial que suspendió el ingreso de refugiados durante 120 días, hasta el 24 de octubre, será renovado.
"Los controles de seguridad aún están en curso (...). Prevemos implementar los nuevos procedimientos antes del 24 de octubre (pero) no hemos llegado al final de este proceso", dijo un alto funcionario.
Trump había argumentado a principios de 2017 que necesitaba una prohibición de entrada de 90 días para ciudadanos de seis países musulmanes y 120 días para todos los refugiados, a fin de establecer nuevos filtros de admisión.
El decreto se extendió el domingo a ocho países, pero sin referirse a los refugiados.