El referéndum en Cataluña resume años de tensión entre Madrid y el gobierno de esta región con lengua propia; y ha formulado la siguiente pregunta a los ciudadanos de dicha comuna: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de República?".
El domingo, aproximadamente 2.3 millones de catalanes (el 30% de la población) efectuaron su voto, a pesar de una fuerte represión policial al ser un proceso rechazado por el gobierno de Mariano Rajoy, que lo considera anticonstitucional. De los votantes, el 90% se inclinó por la independencia de la Cataluña.
La región, donde está ubicada la ciudad de Barcelona —la segunda ciudad más importante de España— cuenta con 7.5 millones de habitantes y representa el 19% del Producto Interno Bruto (PIB) español. Reuters precisa que concentra una quinta parte de la economía española y sus ingresos tributarios son cruciales para el presupuesto nacional.
"Pese a que hasta ahora el mensaje de expertos y el Gobierno era que la economía española -que se prevé que crezca en 2017 más de un 3 por ciento por tercer año consecutivo-, avanzaba al margen de las tensiones, la naturaleza sin precedentes de los acontecimientos está añadiendo una incertidumbre tanto política como económica de consecuencias imprevisibles", destaca la agencia de noticias.
El diario Eleconomista.es informó que con la pérdida de habitantes y contribuyentes, 212.000 millones de euros dejarían de ingresar en el PIB del país europeo, a lo cual se el suman importantes pérdidas por las importaciones y la conexión mediterránea con Francia (la mitad de la frontera con dicho país desaparecería).
Asimismo, el medio destaca que con la partida de Cataluña, España perdería kilómetros de costa con enorme potencial turístico; patrimonio cultural —La Sagrada Familia, el Parq Güell y hasta el legado del artista Salvador Dalí— y hasta infraestructuras estratégicas.
En el último punto resaltan tres establecimientos importantes para la economía de la nación: en primer lugar, el aeropuerto de El Prat (el segundo más importante del país después de Barajas), por donde pasaron hasta 4.9 millones de pasajeros en casi 31.500 operaciones hasta el mes de setiembre de este año. "Es, además, el tercero en transporte de mercancías, con un 40% del volumen del de Barajas y algo por detrás del de Zaragoza", indica Eleconomista.es.
En esa misma línea, España perdería el control de los aeropuertos de Girona, de Reus o el de Sabadell; importantes canales de comercio para el país.
La segunda gran infraestructura que desaparecería sería la portuaria. Con 5.9 millones de toneladas exportadas en el mes de julio, el puerto de Barcelona se converte en el segundo con mayor tráfico en el país. También figura el de Tarragona, sexto en tráfico.
Las zonas francas de España también se verían afectadas, al igual que zonas industriales como la factoría de Seat, en Martorell, o la de Nissan; ambas dejarían de ser españolas y pasarían a ser completamente catalanes. Así, la industria del sector automóvil se ve impactada.
Por otro lado, Eleconomista.es anota que la empresa Telefónica vería dos infraestructuras afectadas, que funcionan como cables submarinos: dos salen de Cataluña, uno de 309 kilómetros que une Gavá y otro de 760 kilómetros une Barcelona con la localidad italiana de Savona.
No obstante, un punto importante y que permanece como una duda latente es ver qué tanto variaría la balanza comercial en una situación de posible aislamiento respecto a una Europa con tratado de libre comercio (TLC). "Hace dos años, España era la principal destinataria de las exportaciones catalanas. Qué necesitaría comprar España sin Cataluña y a quién podría vender en su lugar es un misterio", puntualiza el diario.