Profesor de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona, Oriol Bartomeus opina que la suspensión de la autonomía de Cataluña planteada por el gobierno español conduciría a "un reforzamiento del grupo independentista" en esta región del noreste del país.
Pregunta: ¿Qué hizo el presidente catalán Carles Puigdemont y sus aliados independentistas, el martes, en el parlamento regional?
Respuesta: No se sabe muy bien. Hicieron una declaración unilateral de independencia pero al mismo tiempo la congelaron pero tampoco la hicieron porque el parlamento no votó... El presidente catalán y el gobierno catalán intentaron contentar diferentes facciones de su bloque (...) que no quieren lo mismo: Hay una parte que está muy de acuerdo en ir directamente a una declaración unilateral de independencia (DUI), sea el coste que sea, y hay otra parte que delante de la inminencia de la declaración unilateral que iba a llegar a consecuencias inevitables, prefería parar.
Aquí hay un mensaje en dos sentidos: un mensaje hacia el interior del bloque independentista diciendo, bueno, aquellos que os asustaba la DUI, no hemos asumido la DUI. Al mismo tiempo hay un mensaje a la comunidad internacional y a la Unión Europea diciendo que el gobierno catalán está dispuesto a negociar.
P: ¿Cómo interpreta la respuesta del jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, requiriendo a Puigdemont que aclare si declaró o no la independencia?
R: Puigdemont pasó la pelota al gobierno español y hoy el gobierno español se la ha devuelto. Rajoy ha sido ponderado hoy de la misma manera que ayer Puigdemont fue muy ponderado: ayer Puigdemont dio una de cal y una de arena, Rajoy hoy ha dado también una de cal y una de arena. El tiempo muerto que pidió ayer el independentismo, Rajoy lo ha asumido de alguna manera. Pero Rajoy obliga a Puigdemont a concretar lo que hizo ayer, lo cuál pone a Puigdemont en un aprieto: tener que contentar a uno de los grupos que componen el independentismo y no contentar al otro. Rajoy gana tiempo y pone un poco contra las cuerdas a Puigdemont.
P: Rajoy también amenazó con la suspensión de la autonomía regional. ¿Cuál sería el efecto en Cataluña?
R: El gobierno tendrá la posibilidad de asumir las competencias que tiene la autonomía, desde el control de la policía regional hasta disolver el parlamento autonómico y convocar elecciones regionales. (...) Pero esto provocaría una reacción claramente mayoritaria de la población catalana en defensa de sus instituciones de autogobierno. Hay que entender que el autogobierno catalán es un elemento muy importante para una grandísima parte de la ciudadanía en Cataluña.
Lo que podría provocar es un reforzamiento del grupo independentista, del sentimiento independentista en Cataluña, esto lo saben los independentistas. También podría haber un escenario violento que nadie quiere: si el gobierno decide la suspensión de la autonomía y la detención del presidente catalán, pueden haber choques de ciudadanos contra las fuerzas del orden público. Incluso una parte de la policía catalana puede ponerse del lado del gobierno catalán y podríamos encontrarnos con choques entre policías. Entonces sí que entraríamos en un escenario absolutamente indescriptible que yo no sé adonde nos llevaría.