El gobierno de Trump propusiera gravar unos 1.300 bienes industriales, tecnológicos, médicos y de transporte chinos.
China afirmó que no tiene miedo a una guerra comercial, aunque no está buscándola, y acusó a Estados Unidos de provocar el conflicto. Gao señaló que los comentarios de responsables estadounidenses sobre conversaciones en marcha sobre estos asuntos son incorrectos: "Bajo estas condiciones, las dos partes no pueden realizar negociaciones sobre este asunto".
No obstante, poco después, el asesor económico e la Casa Blanca, Larry Kudlow, declaró en Fox Business Network que "hay conversaciones en marcha. No quiero dar nombres, no quiero poner a nadie en el foco, pero hay conversaciones en marcha".
Analistas de Oxford Economics advirtieron de que una guerra comercial en toda regla tendrá consecuencias perjudiciales.
"Es importante destacar que las tarifas con las que se amenaza estarán sujetas a negociación y, por tanto, no deberían considerarse definitivas", dijeron en una nota a clientes.
"Una guerra comercial (en toda regla) tendría un efecto más pronunciado. Estados Unidos y China sufrirían una desaceleración significativa en el crecimiento real del PIB, una pérdida acumulada de alrededor del 1,0 punto porcentual" y reduciría el crecimiento económico mundial al 2,5 por ciento en 2019 desde el 3,0 por ciento que tiene como escenario base Oxford.
La escalada de la tensión entre las dos superpotencias económicas está afectando a los mercados financieros, mientras los inversores se preocupan del impacto en el comercio y el crecimiento mundial, afectando a las bolsas, al dólar y a una serie de productos de más riesgo como el cobre, al tiempo que impulsa a activos seguros como el yen y el oro.
El índice dólar bajaba el viernes, mientras que los principales índices de las acciones estadounidenses perdían cerca de un 1 por ciento, en línea con el cierre de la mayoría de los mercados bursátiles asiáticos.