A largo plazo, el paradigma pone asimismo en riesgo el actual modelo de Gas Natural. El divorcio se da por hecho entre ambas IBEX pero no por esa controversia. La separación ni será ni pronto ni tarde, sino justamente cuando Repsol se lo proponga. La diferencia respecto a otras ocasiones es que parece depender de ella misma. Y desde luego, por ahora, no ha apretado el botón de venta.