La mala noticia, a día de hoy, es que el último movimiento de Boris Johnson no invita demasiado al optimismo. Y es que la decisión de suspender durante 5 semanas el Parlamento podría dificultar que los diputados frenasen un Brexit sin acuerdo.La realidad es que un ‘hard’ Brexit tendría una incidencia negativa en la economía de Reino Unido porque podría entrar fácilmente en recesión (el PIB sería un 5% más bajo respecto a un PIB con un Brexit negociado).
Además, habría un problema con las compañías financieras que están en Reino Unido y su acceso al mercado comunitario, se impondrían aranceles, habría que resolver el problema de la situación legal de los residentes europeos en Reino Unido y de los británicos en Europa.El sector automovilístico europeo sería uno de los más golpeados, perderá unos 70 millones de libras diarios, mientras que el precio medio de un automóvil podría subir en torno a las 1.500 libras, debido a los nuevos aranceles.