El dólar mantiene su posición dominante prácticamente en todos los frentes, aunque ciertamente perdió su aceleración del martes y miércoles. Por ello, la publicación de la primera de tres actualizaciones del PBI del primer trimestre, que se conocerá a las 8:30 del este, puede ser determinante para marcar el camino de la divisa estadounidense en las próximas horas.
Al respecto, se espera que en el período anterior, la primera economía del mundo se haya expandido a un 2.2%, una medición que quedaría mucho más abajo que la anterior, pero que mostraría, en caso de confirmarse, que el crecimiento aún se mantiene sólido.
Las principales variables provenientes de Estados Unidos no muestran fisuras: el desempleo se mantiene en un mínimo de más de una década, los pedidos de subsidio por desempleo se hallan en mínimos de 50 años, y la creación de empleo exhibe cifras record en varios años. A la vez, las ventas minoristas y las órdenes de bienes durables, dato conocido el jueves, presentaron en marzo una fuerte recuperación luego de un mes de febrero muy flojo.
El cierre del Gobierno Federal, que se mantuvo durante casi todo el mes de enero, puede tener algún impacto en el informe a conocerse en los próximos minutos.
Así las cosas, el dólar podría sufrir algún tipo de freno con esta publicación, no tanto por el dato en sí mismo, sino como lógica toma de beneficios luego de varios días de alza.
En cuanto a los índices bursátiles, iniciaron la sesión con una fuerte baja, para recuperarse sobre el mediodía de Nueva York, sin presentar cambios sustanciales en estas horas. En todos los casos, los índices mantienen sendas tendencias alcistas de corto y mediano plazo, sin que se esperen cambios relevantes durante la sesión de la fecha.
Respecto a las divisas principales, el euro intentará no seguir perdiendo terreno, aún cuando los fundamentales provenientes de la Eurozona sigue alentando su caída. En cualquier caso, parece improbable que la divisa única pierda la cota de 1.1050 antes de ensayar una buena recuperación, que podría tener lugar en las próximas horas. Es claro, de todas formas, que el destino del euro es bajista para los próximos tiempos, con un objetivo en 1.0720.
Algo similar sucede con la libra Esterlina. Luego de varios días de baja, la cota de 1.2800 aparece cercana, aunque difícil de vencer. Pero tampoco le resultará fácil a la moneda británica superar 1.3000 sin correcciones anteriores. Su debilidad es evidente, y así seguirá ante la imposibilidad del BoE de retocar los tipos de interés hasta por lo menos noviembre. De todas formas, es bueno recalcar que tampoco existen motivos para mover la tasa de interés por ahora. La inflación no es un problema en Reino Unido.
Apropósito del Brexit, y su fecha de ejecución, que es el 31 de octubre. Ese día también vence el mandato de Mario Draghi en el Banco Central Europeo. Sin dudas, será un día para seguir de cerca lo que pase. Pero falta mucho aún.
La sesión del viernes asoma, al margen del dato de PBI mencionado, como un día de relativa tranquilidad. Tan solo tendremos el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan a las 10:00 del este como dato adicional, poco como para mover el mercado.