Un nuevo modus operandi preocupa a comerciantes y emprendedores, que se sienten una vez más a merced de ciberdelincuentes por las estafas a través del método de pago estadounidense «Zelle».
Aquí les traigo algunas recomendaciones para evitar las estafas de cualquier índole a través del uso de Zelle:
.1. Lo primero que deben hacer los dueños de cuentas es ver que la cuenta del receptor sea la misma de la compañía.
.2. Si negocian con particulares, deben tomar en cuenta la reputación del vendedor y si es a través de un contacto de WhatsApp de alguien que no conocen, lo mejor es hacer uso del efectivo.
.3. Usar el sentido común: «si van a comprar una laptop no deben fiarse de precios que no corresponden a la realidad«.
Por otro lado, también sería conveniente tomar estas recomendaciones:
.1. Si el retiro del producto se hará de forma presencial, cancelar al momento de retirarlo, al menos la primera vez que compre en esa tienda.
.2. Confirmar la existencia de la tienda
.3. Realizar transferencias solo a cadenas de tiendas conocidas
.4. Evitar comprar previo pago.
.5. Evitar usar este método de pago con desconocidos.
El nuevo modus operandi
Se trata de sujetos que buscan tiendas por diferentes plataformas de ventas. Al encontrar alguna que les interese, los contactan para concretar la compra y les aseguran a los comerciantes que en uno o dos días les realizaran una supuesta transferencia vía Zelle.
En paralelo a esto, los delincuentes poseen otras cuentas mediante las que hacen ofertas engañosas que son usadas para atraer compradores que verdaderamente poseen cuentas en Zelle y están dispuestos a transferir para adquirir determinado producto.
Cuando la empresa fantasma proporciona su supuesta cuenta en Zelle, entrega los datos de la primera víctima contactada por los delincuentes. Aquí es donde la segunda víctima realiza la transferencia y queda a la espera de un producto que nunca le va a llegar.
Con el capture de la transferencia, el delincuente vuelve a contactar al primer incauto, quien confirma la validez y envía el producto. Los ciberhampones solicitan que se les haga un delivery o se realice la entrega a las afueras de alguna estación del Metro.
Normalmente las segundas víctimas, quienes hicieron la transferencia de Zelle, al no recibir el producto ni una respuesta, llaman al banco y denuncian a la cuenta receptora, mientras que la víctima inicial entrega el producto a los estafadores y a la vez, enfrenta problemas legales por haber supuestamente prestado su cuenta para un fraude.