¿Alguna vez te has preguntado cuál es la inversión más rentable del mundo?

Si tuviéramos que trasladarle esa pregunta a un especialista, sin dudas, Warren Buffett sería el indicado. Según la revista Forbes, el gurú de las inversiones es nada menos que del segundo hombre más rico del mundo, sólo por detrás de Bill Gates, el creador de Microsoft.

Lo importante no es saber quién es la segunda persona más rica del mundo, sino cómo lo ha logrado para llegar hasta ese selecto lugar. Al “Oráculo de Omaha” se lo considera uno de los mejores inversores del mundo precisamente por sus acertadas -y millonarias- decisiones.

En una carta a su esposa, Buffett la asesoraba sobre cómo invertir tras su muerte de una manera muy particular, mediante un fondo índice del S&P 500, el mismo que representa a la economía de los Estados Unidos.

¿Una alternativa de inversión vulgar?

¿Qué tiene de especial?


Honestamente, estos fondos son mediocres: monitorean todo el mercado y compran un poco de
todo en lugar de tratar de vencer al mercado a través de elecciones ingeniosas, según la BBC.

Pues bien, repasemos sus orígenes…

En 1884, el periodista Charles Dow tuvo la idea de medir el precio de las acciones a través de un promedio.

Mediante esta simple metodología, no sólo ha creado la empresa Dow Jones, sino también el prestigioso diario The Wall Street Journal.

A esto le siguieron índices cada vez más sofisticados: el N**kei, el Hang Seng, el Nasdaq, el FTSE o el más popular de todos, el S&P 500.

¿Puedes ganarle al mercado?

Han transcurrido muchos años hasta 1974, cuando el economista más famoso de entonces se había interesado en esto. Se trata nada menos que de Paul Samuelson, por entonces, asesor del presidente John F. Kennedy y ganador del Premio Nobel de Economía.

Samuelson sostenía que si los inversores pensaban racionalmente sobre el futuro, el precio de activos como acciones o bonos fluctuaban de manera aleatoria.

Si hay personas que compran una acción porque es una ganga, eso hará que el precio suba y dejará de ser barata.

¿Conclusión? A la larga, la mayoría de los inversores no le ganaba al mercado…

Y Samuelson fue un paso más allá: como los inversores profesionales no podrían vencer al mercado, deberían crear un fondo índice, una forma para que el ciudadano común pudiera colocar sus ahorros sin pagar una fortuna por ellos.

Caída y auge de los fondos índice

Sin embargo, el primer fondo índice creado fracasó por completo…

Los inversores no se mostraron interesados en esta herramienta; algunos denunciaban que era algo antiamericano porque era como escoger una acción al azar.

Con el tiempo, los fondos índice empezaron a ver luz. De a poco, fueron tomando impulso y aceptación en cuanto al nivel de credibilidad en hasta ser considerados como una oportunidad confiable a los fondos activos y sin todos sus costos.

Entonces, los inversores se basaron en la teoría de Samuelson: ¿si el mercado funciona bien, para qué nadar contra la corriente?

¿Cómo funciona un fondo índice?

Ya sabemos que los fondos índice son fondos de inversión de renta variable que tratan de replicar el comportamiento de un índice bursátil.

La idea de un fondo índice es obtener la misma rentabilidad que el índice en sí mismo, de manera tal para superar en rentabilidad a esa inmensa mayoría de fondos que consiguen una ganancia inferior.

Para invertir en un fondo índice solo basta con comprar las mismas acciones que componen dicho indicador y en la misma proporción. Una estrategia sencilla y que no requiere conocimientos de Bolsa ni tampoco analizar empresas, y obtienes la misma rentabilidad que el índice.

¿Cuál es la ventaja de un fondo índice?

La principal ventaja es que sus comisiones de gestión son inferiores a las del resto de fondos de renta variable.

Al seguir exactamente la composición del índice se evita el peligro de que el gestor cometa errores en sus decisiones de inversión que perjudiquen la rentabilidad del fondo aún más.

Por supuesto que la rentabilidad también se verá reducida por el coeficiente de liquidez obligatorio que deben mantener y por las “comisiones ocultas”, como ocurre con los otros fondos de inversión.

Al momento de invertir en fondos y comparar su rentabilidad con la del índice bursátil es imprescindible saber que estos últimos no reflejan los dividendos que pagan las empresas, lo que hace que sus ganancias sean más bajas de lo que parece en comparación con la inversión directa en Bolsa.

Quien pretenda invertir en fondos índice tiene que saber que éstos conservan una rentabilidad superior a la de los fondos que intentan batir al índice. Conclusión: haz lo que indique Warren Buffet al pie de la letra en materia de decisiones, inversiones y finanzas, por algo será segundo millonario más rico del planeta.