Cuando se trata de combatir los focos de delincuencia, las ideas e iniciativas no sólo tienen que estar dirigidas a detener jóvenes y hacer redadas para marginarlos socialmente por su supuesta peligrosidad. Se necesitan también propuestas que los ayude a insertarlos en la sociedad como ciudadanos normales.
También podemos buscar ideas que les impida fomentar o hacer nidos de delincuencia. Uno de estas tareas apuntan a terminar con los sitios eriazos o edificios abandonados que son el lugar ideal para que los delincuentes planifiquen, se oculten o los utilicen de guarida.
De esta manera vamos limpiando la ciudad, y sacando lugares que se convierten en un gran peligro para los transeúntes.
Pero no debemos conformarnos sólo con arrasar con los sitios abandonados. Se pueden realizar otras acciones que también apunten a terminar con grupos y pandillas que se dedican a delinquir.
La creación de parques y recintos de distracción como multicanchas también ayudan a que los jóvenes distraigan su atención en otras acciones más productivas. La realización de talleres, musicales, artísticos y deportivos, son ideales para que en forma grupal, los jóvenes puedan desarrollar sus habilidades.
El ideal es que siempre tengan distracciones para mantenerse alejados de graves peligros como la droga y la ejecución de delitos irremediablemente los lleva al mundo delictual.