En el gráfico diario del AUD/USD se puede ver el desarrollo de lo que parece ser un patrón de hombro-cabeza-hombro invertido. Esta formación técnica, una vez confirmada, tiene implicaciones alcistas para el mercado subyacente: en este caso la cotización del dólar australiano frente a su homólogo el dólar estadounidense.
La validación se produce una vez que el precio completa la configuración que se asemeja a la figura persona (boca abajo) y rompe la línea clavicular (neckline) que conecta los altos del patrón. En nuestro ejemplo del AUD/USD, la directriz de neckline cruza la zona de los 0,7190 en este momento.
Si el empuje alcista (+0,8% a 0,7105) observado el miércoles por la mañana en Nueva York gana potencia en las próximas sesiones y el precio rompe de forma decisiva el techo en 0,7190, la fase correctiva que comenzó a principios de septiembre podría llegar a su fin. Bajo este escenario, el par tendría el camino libre de obstáculos para subir hasta el filo de los 0,7500. Este nivel de interés se obtiene proyectando la altura del patrón (distancia de la línea clavicular a la cabeza) desde el punto de rompimiento. Alternativamente, si el AUD/USD no logra rebasar la barrera en 0,7190, es necesario prepararse para un posible pull-back capaz de llevar al tipo de cambio hasta los mínimos de septiembre en 0,7020.
Desde de un punto de vista fundamental, hay razones para creer que el dólar australiano seguirá fortaleciéndose a corto plazo. En los Estados Unidos, todo apunta a que el Congreso estaría cada vez más cerca de alcanzar un acuerdo para poner en marcha un nuevo paquete de estímulos fiscales. Si esto ocurre en los próximos días/ semanas, podríamos ver un movimiento de búsqueda de activos riesgo, lo que beneficiaría enormemente a las monedas de alta beta como el dólar australiano.